Zoos y Acuarios

EL ZOO.


Los zoos son prisiones en las que viven encarcelados cientos de animales con el objetivo de hacer disfrutar a quienes les visitan. En estas cárceles toda clase de animales con interés en ser libres son "expuestos" como lo son las obras de arte en un museo. Una visita a cualquier zoo es suficiente para darnos cuenta de que en ellos, la libertad es la gran ausente. Las jaulas, celdas y otros espacios más o menos reducidos son las "casas" donde se obliga a vivir encerrados a muchos animales, lejos de sus hábitats naturales e igual de alejados de una vida satisfactoria.
Animales como leones, tigres, ciervos, elefantes, etc. que normalmente recorren largas distancias en un corto periodo de tiempo buscando comida y que necesitan el contacto con otros animales como ellos, pasan los días aburridos y solos, o con no más de otro individuo de su propia especie. Sus conductas "habituales" son reguladas y eliminadas con regímenes de comida y apareamiento. El día a día en los zoos es monótono y repetitivo. En la mayoría de los casos no existe ningún tipo de privacidad ni estímulo, y por ello -al igual que ocurriría con nosotros- los animales sufren física y emocionalmente. Este padecimiento debido a la falta de libertad es algo tan evidente que en muchos zoos sólo hay que fijarse un poco para ver animales con trastornos psicológicos debido al estrés y la ansiedad que vivir encerrados les causa. Muchos de ellos manifiestan conductas estereotipadas, es decir, repiten monótonamente el mismo patrón de conducta o movimientos.

Nacidos libres o nacidos esclavos
A menudo se considera que es más inaceptable secuestrar a un animal que vive en su hábitat natural para encarcelarle en un zoo que encerrar de por vida a alguien que nació en cautividad. Pero lo cierto es que el sufrimiento que se experimenta por la falta de libertad no puede ser justificado en función del lugar donde se haya nacido. Quienes nacieron en libertad tendrán que sufrir la pérdida de su familia, el angustioso transporte hasta el zoo, la confusión de no entender lo ocurrido, etc. Quienes nacieron en cautividad, al igual que quienes nacieron en libertad, sufrirán toda su vida al no poder vivirla según sus intereses, necesidades y como ellos decidan.

¿Fines educativos?
A pesar de que quienes defienden los zoos aseguran que son lugares con claros fines educativos, es decir, que enseñan a sus visitantes diferentes comportamientos y conductas animales, incitando a los humanos a respetarles, lo cierto es que lo que verdaderamente se aprende visitando un zoo es que es aceptable privar a los animales de libertad para nuestro beneficio. Independientemente de que los zoos sean lugares donde se pueda aprender más o menos sobre el comportamiento de los animales, su existencia es inaceptable. Privar a alguien de libertad y ocasionarle el sufrimiento que esta privación produce no está justificado en ningún caso por el hecho de que otros vayamos a aprender algo de ello. A muchos de nosotros probablemente nos interese cómo viven y se relacionan entre ellos los humanos de determinadas culturas y sociedades, pero jamás aprobaríamos que se les privase de libertad para facilitar nuestro aprendizaje. Los animales, como seres con intereses propios que son, merecen ser respetados de la misma forma.

Preservar especies condenando a individuos
Otro argumento esgrimido por quienes defienden la existencia de los zoos, es que éstos cumplen una función conservacionista, en otras palabras, que en estos lugares se cría, aparea y encarcela a animales que se encuentran en peligro de extinción para que podamos disfrutar de ellos. Así, hay quienes defienden los zoos como lugares de preservación de determinadas especies, para mantener la existencia de seres debido al interés que tenemos nosotros, los humanos, en disfrutar de su existencia. Pero lo que realmente es importante no es la desaparición de una determinada especie, sino la muerte y el sufrimiento de los seres que la conforman. Una especie no sufre su desaparición, quienes sufren son cada uno de los que forman parte de la misma, y por ello, la existencia de un determinado grupo jamás justifica la esclavitud sus individuos.

Otras víctimas
Los animales que se "exponen" en los zoos no son los únicos que padecen debido a la existencia de los mismos... conejos, ratones, pollitos y otros animales son criados y asesinados para servir de alimento a los animales expuestos. Además, algunos de los animales que se "exponen" acaban por no atraer a tantos visitantes y por ello muchos son asesinados o vendidos. Ciervos, leones, tigres y otros animales que se hacen mayores (dejando de resultar tan atractivos como de pequeños), enferman o son a menudo vendidos a cazadores que pagan por el privilegio de matarles en sus cotos de caza privados. Otros animales que "sobran" también son vendidos a circos o a zoos más pequeños o menos reputados.

Más allá de los zoos
Si te interesa aprender sobre los demás animales (no olvidemos que los humanos también somos animales) hay mucho que puedes hacer por conocerles e incluso por ayudarles. En primer lugar no asistas a zoos ni a otros recintos donde sean expuestos y privados de libertad. Circos, acuarios, delfinarios, etc. son todas diferentes caras de la misma moneda: la explotación animal. Puedes aprender mucho de los animales visitando páginas en Internet, con documentales de vídeo, en libros y enciclopedias, etc. Pero quizás lo mejor para ellos es que aprendamos a respetarles y a reconocer que aunque seamos muy diferentes en algunas cosas, en lo importante (la capacidad para sufrir y disfrutar de nuestras vidas) somos iguales. También puedes ayudar a los animales haciendo que otros no asistan a esta clase de lugares, hablando con tus amigos y familiares sobre por qué no deben visitar los zoos, repartiendo folletos u otra información sobre especismo, ayudándonos a llevar a cabo nuestra labor, etc. ¡Hay muchas formas de ayudar a los animales y de hacer que ninguno acabe su vida en zoo!












EL ACUARIO



Los acuarios son en realidad peceras grandes que pretenden imitar el entorno en que vivían los animales no-humanos que se encuentran en ellos encerrados, en los acuarios podemos encontrar delfines, leones marinos, tiburones, rayas, jureles, caballas, peces piloto, barracudas, rémoras, águilas marinas, lubinas, atunes, seriolas y peces luna. Durante su vida un delfín, por ejemplo, recorrería miles de kilómetros bajo el mar e interactuaría con centenares de otros delfines (son animales que viven en grupos de decenas de delfines) y otros animales acuáticos. Cuando les encerramos en un acuario les estamos condenando a dar vueltas el resto de sus vidas en el mismo recinto, sin la milésima parte de la variedad de sensaciones que disfrutaría en libertad. Los delfines además utilizan el eco de los ultrasonidos que emiten para orientarse en el agua y cuando son encerrados en un acuario, suelen sufrir por la confusión que les produce el eco contra las paredes del acuario. No te dejes engañar por su aparente sonrisa, pues no es más que un rasgo facial que mantendrán incluso cuando sufren y hasta después de muertos.
Jacques Cousteau afirmó que la vida para un delfín en cautividad "le lleva a la confusión de todos sus sentidos, que a la larga le causa a alguien tan sensible una desestructura de todo su comportamiento y hábitos".
Los delfines no son los únicos que sufren en los acuarios debido a la falta de libertad, los peces también son individuos con capacidades que se ven completamente mermadas en estos recintos, lo que les produce cambios en el comportamiento y padecimientos.
La mayoría de los peces poseen una memoria espacial que les habilitan a crear mapas cognitivos que les guían a través de los mares y océanos, utilizando claves como sonidos, olores, luces etc. por ello estos también sufren enormemente cuando son privados de libertad, es decir, cuando no pueden vivir sus vidas en espacios tan amplios como los ríos, mares u océanos. Los sentidos de los peces han evolucionado de manera completamente diferente a los de otros animales como nosotros, por ello, por ejemplo, lo que para nosotros puede ser un leve sonido, para un pez con una capacidad auditiva mayor y que vive en un medio por el cual el sonido viaja más rápido (el agua) un golpe en el cristal de los acuarios puede ser una fuente de shock y tormento. Existen otros problemas en los acuarios además de los producidos por la falta de espacio, es prácticamente imposible controlar la temperatura del agua para que esta sea la idónea, por ello cientos de animales mueren víctimas de ello. Además, los productos químicos con lo que se desinfectan los acuarios les suelen causar a quienes viven prisioneros en ellos, heridas en la piel, y los ojos, lo que añade aún más dolor a sus vidas.


¿Qué puedo hacer por los animales en los acuarios?

No asistas a lugares donde los animales estén encerrados, es el dinero de los visitantes lo que mantiene estos negocios, por ello si nos negamos a asistir a ellos, y a animamos a otros a que hagan lo mismo estos lugares no tardarán en desaparecer. Quizás sea bonito y agradable ver a individuos de distintas especies de animales marinos en los acuarios, pero su vida en estos lugares es un tormento, por ello si te gustan los animales y quieres conocerles puedes hacerlo de muchas formas sin necesidad de dañarles, aprende sobre ellos buscando información en Internet, consultando libros en las bibliotecas, viendo documentales sobre peces y mamíferos marinos, haciendo submarinismo etc. Recuerda sobre todo que los demás animales necesitan tu ayuda, tú puedes ser su voz y ayudar a que algún día los únicos animales marinos que existan se encuentren en los mares, ríos y océanos.


Fuente: http://www.igualdadanimal.org